Comercio sexual infantil en la mira

"No hay excusas" es el nombre de la iniciativa que intentará sensibilizar a la comunidad de Puerto Montt respecto de lo que significa exponerse a abusar de un niño, así como la condena que este delito conlleva.

Sólo en la comuna de Puerto Montt, cerca de 40 menores de edad se dedican al comercio sexual, una de las peores formas de trabajo infantil. Si bien la cifra parece menor, ésta representa sólo los casos que han sido detectados y que, en estos momentos, están siendo atendidos.
Para terminar definitivamente con este grave problema, ayer el Servicio Nacional de Menores lanzó en Puerto Montt la campaña "No hay excusas", en la que tratan de sensibilizar a la población de los peligros que reviste acceder a estos "servicios" que muchos niños pueden ofrecer.
Según explicó la secretaria regional ministerial de Justicia, Lebby Barría, la comunidad en general es la encargada de terminar con este flagelo, ya que están en las manos de los ciudadanos denunciar todos los casos que se conozcan y que, por lo general, están ocultos dentro de la sociedad.
Ejercer el comercio sexual con menores de 18 años es un delito, dijo la seremi, que arriesga penas de cárcel, con condenas que varían de acuerdo a cada situación en particular, pero que incluso pueden llegar a los 5 años de presidio.

Iniciativa regional
Dentro del contexto de la campaña "No hay excusas", el Sename pretende llegar hasta los locales nocturnos de Puerto Montt y explicarles a los propietarios y administradores de los recintos los peligros que reviste el acercamiento íntimo de adultos con menores de edad, pues es en estos sitios donde más se registran casos de niños en peligro.
La fundación Sotto Il Monte, a través del proyecto Witralen, hace tres años que acoge a niñas y niños de entre 5 y 17 años, que están vinculados con el comercio sexual. El programa funciona a través de un equipo multidisciplinario y que pretende entregar todo tipo de ayuda para los menores que viven en esta realidad.
Las 36 niñas que están en estos momentos en el centro fueron derivadas desde los tribunales y han sido evaluadas por sicólogos, médicos y todo tipo de especialistas para poder reinsertarlas en la sociedad.

(Publicado en Diario "El Llanquihue")